Neurociencia y el verdadero propósito del Yoga

 

 

Todos sabemos que hace bien, pero ¿está el verdadero propósito del yoga siendo revelado por la ciencia?

Por Jonathan Davis 

Por algún tiempo, cada vez que asitía a una clase de yoga quedaba con la sensación que uno tiene cuando comienzas a ver una serie de televisión desde la mitad. Podía captar la lógica de la historia y podía seguirla, pero sólo cuando Simon Thakur, especialista en movimiento humano, me explicó algunos detalles sobre el yoga fui capaz de ver el “comienzo” de la historia y todo comenzó a cobrar sentido.

Los fundamentos del Yoga

 

El elemento fundamental que hasta ese momento no había comprendido era el propósito detrás de cada una de las posturas de yoga. Simon Thakur compartió que una de las funciones esenciales del yoga tiene que ver con aumentar la conciencia corporal, con un importante y particular énfasis en el eje central del cuerpo, entre la espina dorsal y los órganos. Desde aquí, un aspecto crucial de la práctica de yoga pasa por despertar la habilidad de nuestra columna para ondular hacia delante y hacia atrás, y para torcerse de un lado a otro, y despertar esta habilidad en cada una de las vértebras. Esta era la piedra fundacional que estaba buscando.

Como si hubiese ido nuevamente al inicio de la serie de televisión que comencé a ver desde la mitad, de pronto pude ver una nueva profundidad y tener un entendimiento más completo de todo lo que hasta ese momento había “sentido”. Por ejemplo, pude comprender cómo este gradual despertar de la flexibilidad y fuerza de la columna me ayuda a sentarme por periodos extensos con la columna en un estado de alineación, lo cual me permite alcanzar estados de mayor conciencia durante la meditación.

 

No me tomó demasiado tiempo descubrir que esto era la punta de un iceberg de conocimiento que Simon Thakur tiende a dejar debajo de la superficie. Thakur se basa en su propia experiencia, que ha consistido en pasar largos periodos de tiempo estudiando las prácticas y culturas milenarias, incluyendo el Svastha Yoga de la India y el Xingyi de Taiwan. Su filosofía, que plantea que debemos dedicar un 90% a la práctica y un 10% para hablar sobre la práctica, se ha diluido un poco en los últimos años y tuve la suerte de verlo en una charla pública en la que compartió algunos de los pilares de la práctica que ha desarrollado, conocida como “movimiento ancestral”. Es una combinación de antiguas prácticas tradicionales con los últimos planteamientos de la neurobiología y la teoría evolutiva, junto con un gran respeto por… bueno… jugar como si fuéramos monos. Aquí un breve resumen sobre lo que aprendí en la charla de Simon, el pasado febrero del 2015.

 

Sintiendo nuestro propio cuerpo, sentimos el mundo.

 

Dentro de mi cuerpo, puedo sentir mi propia respiración, y si me aquieto puedo incluso sentir los latidos de mi corazón, o el pulso en mi arteria carótida. Además de eso, no puedo sentir mucho más, y esto es lo común para la mayoría de las personas que viven en las sociedades modernas. La base del yoga puede tener que ver con despertar la sensibilidad para sentir cada una de las vértebras de forma independiente, así como también con aumentar la sensibilidad hacia todas las partes del cuerpo, tanto externas como internas. Lo que la ciencia está descubriendo es que al aumentar nuestra sensibilidad para sentir el propio cuerpo, aumentamos nuestra capacidad de sentir el mundo de manera empática. Para comprender cómo funciona esto, tenemos primero que familiarizarnos con los mapas corporales y las neuronas espejo.

La actual desconexión que los seres humanos tenemos con nuestro entorno natural comienza con la desconexión con nuestros propios cuerpos que hemos heredado como cultura, al punto de que la mayoría de nosotros no es capaz de dimensionar la incapacidad que tenemos de sentir nuestro cuerpos”. Simon Thakur

 

 

Mapas corporales y neuronas espejo

 

Sabido por la neurociencia, la psicología y las ciencias cognitivas, los mapas corporales (tales como los que se encuentran en la corteza somatosensorial), son parte de nuestro cerebro que se “encienden” eléctricamente cuando sentimos algo a nivel físico, o cuando pensamos en estar sintiendo algo. Se llaman mapas porque las zonas que se encienden en relación a nuestra mano están justo al lado de las zonas que se encienden con el brazo, y así sucesivamente. Si un científico estimulara una de estas partes del cerebro con electricidad, sentiríamos una sensación en la correspondiente parte del cuerpo, incluso si ésta no ha sido tocada directamente.

La neuroplasticidad es la capacidad de nuestro cerebro y sistema nervioso de reconectarse a sí mismo de acuerdo a aquello a lo que prestamos atención. Por ejemplo, si practicamos una postura particular, la repetición crea más conexiones neuronales en las zonas del cerebro asociadas a aquellos mapas corporales. Más fibras nerviosas serán también creadas en estas conexiones a través del sistema nervioso hacia esa parte del cuerpo. Mientras más hagamos algo, mayor será nuestra habilidad de recibir información sobre las sutilezas de aquello que estamos haciendo. Las neuronas espejo nos dan la habilidad de sentir cómo se sentiría hacer algo determinado, con sólo observar a otra persona haciéndolo. Por ejemplo, si alguien saluda con la mano, alrededor de un 15% de las neuronas situadas en nuestros mapas corporales correspondientes a la mano y al brazo se encienden en el cerebro. El estudio de las neuronas espejo ha sido ampliamente citado como la ciencia de la empatía humana.

 

 

El yoga y la biología de la compasión

 

Cuando nos sentamos en una silla en la escuela o en una oficina durante todo el día, todos los días, perdemos flexibilidad y conciencia sobre nuestra columna y el resto del cuerpo. Asimismo, cuando realizamos una práctica como el yoga, aumentamos la cantidad de conexiones neuronales en nuestros mapas corporales y en nuestro sistema nervioso. Podemos sentir nuestros propios cuerpos con mayor sutileza y detalle. Debido a que hay un gran volumen de redes que se han construido en nuestro sistema nervioso, podemos captar mucha más información. Esto también significa que en la medida en que aumentamos el volumen de redes neuronales en nuestros mapas corporales, el 15% que se comporta como neuronas espejo aumenta, y el 15% de un volumen más grande de neuronas es un 15% más grande. En la medida en que somos capaces de sentir con mayor detalle y amplitud nuestro cuerpo, aumentamos nuestra capacidad de sentir empatía por otros.

 

Mientras más conciencia hayamos desarrollado respecto a nuestros procesos internos, más capaces seremos de sentir y percibir cualquier señal –cambios en la complexión, cambios en la postura de la caja torácica-, y mejor podremos percibir si la otra persona se encuentra bien o no”. – Simon Thakur

 

 

 

Artículo original en inglés por Johnathan Davis: http://upliftconnect.com/true-purpose-of-yoga/

Traducción: Catalina Segú

by Presentia

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